Velar
La palabra velar significa: permanecer despierto voluntariamente en el tiempo normalmente destinado al sueño. También significa hacer guardia en un lugar durante la noche.
En el ejército, una orden que se le da al soldado es velar. Esto es necesario para no ser sorprendido por su enemigo. El soldado ha sido entrenado, ha estudiado a su enemigo, y fielmente cumple su orden de velar.
Cristo Jesús llegó al Getsemaní con sus discípulos y les dijo: Sentaos aquí entre tanto que yo voy y oro. Y tomando a Pedro, a Jacobo y a Juan, comenzó a entristecerse y angustiarse y les dijo: Mi alma está muy triste hasta la muerte; (como dando a entender que la muerte seria su oportuno socorro) …quedaos aquí y velad. Y dice la Palabra de Dios, que yéndose un poco adelante se postró en tierra y oró que si fuese posible pasase de él aquella hora. Y decía: Abba, Padre, (queriendo decir con esta palabra, Papá todas las cosas son posibles para ti) aparta de mí esta copa;( aquella copa de dolor, aquella copa de amargura, aquella copa de sufrimientos) mas no lo que yo quiero sino lo que tú quieras. Y viniendo Jesús a sus discípulos los halló durmiendo; y dijo a Pedro: ¿duermes?, ¿No has podido velar una hora?
Aquel Pedro que le había dicho a Cristo, si me fuese necesario morir contigo, no te negaré. Ahora no había podido velar ni siquiera una hora. Aquel no era el momento de dormir. Cristo les había dicho: “quedaos aquí y velad”, pero Pedro y los demás discípulos se habían quedado dormidos.
Aquellos discípulos representaban la iglesia, siendo Cristo Jesús la cabeza, pero como iglesia se habían quedado dormidos. Iglesia, Cristo te dice lo mismo hoy, ¡VELAD! Es tiempo de velar y no dormir.
¿Para qué hay que velar? Para que NO caigas en tentación y seas sorprendido por tú enemigo, el Diablo. La Biblia dice en 1Pedro 5:8, que nuestro adversario el diablo, camina como león rugiente buscando a quien devorar. Si tú como iglesia no velas atentamente, puedes ser sorprendido por tú enemigo. Vela, porque el Espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil. ¿Amigo, que no conoces quien es tu enemigo? ¿Que, aunque le sirves, y estás de su lado no sabes quién es? Tal vez piensas que es tu compañero de trabajo, tu vecino, o algún familiar.
En este día te diré quién es tú enemigo. Tú enemigo es el diablo. Tú enemigo es Satanás. Que, aunque le sirves y estás de su parte, él quiere destruir tu vida. Él sabe que te espera una condenación eterna en un lago de fuego preparado para él y sus ángeles. El infierno no fue preparado para el hombre si no para Satanás y sus ángeles (Mateo 25:41). Satanás quiere arrastrar a ese lugar a todo el que pueda.
¿Pero cómo podrías tú, evitar esto? Te diré que es sencillo. Arrepiéntete del pecado y acepta a Cristo Jesús como el Salvador y Señor de tú vida y Él te dará la vida eterna. Satanás quiere destruir tú vida, tú hogar y tus hijos. Cristo Jesús quiere darte gozo, paz, salud y seguridad.
Tú como creyente, debes conocer a tú enemigo. Se obediente al mandato que te da el Señor y fielmente, así como el soldado cumple su orden, cumple también la tuya, para que no vayas a ser sorprendido por tú enemigo. Mantente firme, ora, velad; y estarás en victoria.
Lucas 12:39 Pero sabed esto, que si supiese el padre de familia a qué hora el ladrón había de venir, velaría ciertamente, y no dejaría minar su casa.
Amado lector, Ven a Él en este día y serás salvo y libre de tu enemigo. ¡CRISTO TE AMA!