¿Quién soy yo?
¿Quién soy yo?
Yo estoy bien seguro de que rápidamente que usted leyo el tema a usted le pasó por su mente, y usted se hizo ya la pregunta, ¿quién soy yo?
Muchas veces no sabemos quiénes somos nosotros. Y debe de ser un deber de cada uno de nosotros, el saber quiénes somos.
Nosotros como hijos de Dios, como parte de esa iglesia que Cristo está formando, tenemos que ser siempre diferente a los demás, no unas veces y otras no, siempre porque somos la iglesia, somos el pueblo de Dios.
¿Quién soy yo?, el hombre necesita una identidad. Pero dada por Dios, para que pueda llegar a cumplir su verdadero propósito. Dios tiene un propósito con cada ser humano que nace.
Dios tiene un propósito para cada persona, por eso nosotros como hijo de Dios, nos oponemos al aborto. Porque cada criatura que nace Dios tiene un propósito para esa vida, repito, el hombre necesita una identidad dada por Dios para que pueda llegar a cumplir su verdadero propósito. Oiga bien, ya que en el huerto del Edén perdió su identidad. Todos sabemos más o menos como era el huerto del Edén, cómo Dios se paseaba y hablaba con el hombre hasta que el hombre pecó.
Jeremías 1:5 Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones.
¿No le llama eso la atención que Dios antes de que un niño nazca, ya Dios lo haya separado para él? Dios tiene un propósito específico. Nuestro Dios es un Dios maravilloso, un Dios que todo lo sabe, un Dios que todo lo conoce, un Dios en el cual podemos confiar con los ojos cerrados, como decimos.
Salmos 22:8-10 Se encomendó a Jehová; líbrele él; Sálvele, puesto que en él se complacía.9 Pero tú eres el que me sacó del vientre; El que me hizo estar confiado desde que estaba a los pechos de mi madre.10 Sobre ti fui echado desde antes de nacer; Desde el vientre de mi madre, tú eres mi Dios.
Salmos 119 73. Tus manos me hicieron y me formaron; Hazme entender, y aprenderé tus mandamientos.
El propósito de las cosas de Dios se encuentra solamente en la mente de Dios, por eso es que nosotros debemos de buscar y hacer la voluntad de Dios. Él sabe lo que a ti te conviene y lo que a mí me conviene.
Por lo general todo ser humano espera que todo le salga bien. ¿Verdad que sí? Usted no emprende algo o comienza algo pensando en que le va a salir mal, sino que su anhelo y su deseo y la intención de que todo le salga bien. Nunca tratemos de hacer algo sin contar con Dios porque somos sus hijos.
¿Usted y yo nacimos de papi y mami verdad? Pero volvimos a nacer, ahora nacimos de Dios. Sé la nueva creación. Por eso se habla de nacer de nuevo. Es un mensaje que no se puede engavetar, son mensajes que de continuo debe de aparecer en los labios del predicador. Hay que nacer de nuevo. Es una necesidad, es necesario nacer de nuevo.
Si la Biblia dice que pasaron las cosas viejas, he aquí todas son hechas nuevas. ¿Quién lo hizo? ¡Cristo! Luego él lo hizo nuevo en nuestra vida.
¿porque estamos viviendo lo mismo que vivíamos? ¿Sabe que ahora es peor que antes? Porque antes no conocíamos más ahora conocemos la verdad. Qué triste y lamentoso es que cuando conocemos la verdad y seguimos pecando.
Tenemos que pensar como Dios, porque nosotros “ni pensar sabíamos”. Tenemos que pensar como Dios, no como los hombres. ¿Y por qué? porque ahora somos hijos de Dios. Antes pensábamos como los hombres porque no habíamos nacido de nuevo, pero ahora nacimos de nuevo. Ahora tenemos un padre diferente, tenemos un padre celestial. Un Padre Santo y perfecto y tenemos que pensar como Él.
Isaías 55:8 Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová., entonces hermano, el Consejo que Dios mismo nos da, el cual debemos de adoptar todo, es que pensemos como Dios piensa no como los hombres piensan. Yo espero que en esta noche nosotros salgamos de aquí pensando como Dios piensa, no como los hombres piensan.
¿Quién soy? Podemos saber quién soy yo he dándonos al señor. Porque usted y yo, debemos de parecernos siempre y únicamente a Jesucristo. Él es a quien debemos de parecernos.
Conozcamos quiénes somos nosotros en las manos del Dios todopoderoso, el que nos salvó, nos libertó, rompió las cadenas que nos ataban en el pecado y la maldad y nos hizo libre en Cristo Jesús, Señor, nuestro Dios.
Dios te bendiga, Dios te guarde y reconoce quién tú eres.